La fotografía mejora mi vida de diferentes formas. La más evidente, es que sacar a pasear la cámara de fotos es mi excusa perfecta para dar una vuelta por el barrio o irme al otro lado del planeta, a ver qué me encuentro que quiera fotografiar. Al observar el resultado de estas incursiones, me aporta la tranquilidad de saborear los momentos vividos y de intentar comprender por qué unas imágenes me atrapan y otras las mando a la papelera sin misericordia. Y, por último, en esta eterna búsqueda de fotografías que estimulen nuestros sentimientos, la fotografía es mi manera favorita de intentar comprender la singular forma en que otras personas perciben el mismo universo en el que yo vivo.