Quien mira hacia fuera sueña,
quien mira hacia dentro despierta.
Carl G. Jung
La segunda edición de Ver y Revelar inició una lluviosa tarde de otoño, junto al árbol mágico y las montañas del inspirador Centro Calima.
Tres días de convivencia para despertar la creatividad, la ilusión por la fotografía y la inspiración. Aprendiendo que la perfección es la línea que hay que seguir pero el error es el camino. Que mostrarse tal como se es puede ser equivocarse, pero también descubrirse y encontrarse en la mirada de otros.
Cada Ver y Revelar es diferente, porque diferentes somos todas las personas que participamos, porque cada grupo crea su propia oportunidad de crecimiento. Así que la noche del viernes nos llevó a descubrirnos y saber que tenemos luces, sombras y corazón y que cuando las personas bailan pueden crear un precioso dibujo.
Freud ya decía que el pensamiento visual es más antiguo y se halla más cerca de los procesos inconscientes que el pensamiento verbal, por eso, el sábado descubrimos que la fotografía es un medio y vía privilegiada para descubrirse y conocerse. La noche nos reveló esta verdad, entre luces rojas, revelados, revelaciones y muchas risas.
El domingo iniciamos el camino al proyecto personal; búsqueda de recursos y creatividad colaborativa, así nacía en cada uno “la idea” que dura unas horas pero que ejerce tal fuerza emocional que se recuerda toda la vida.
Nos sentimos felices porque Ver y Revelar ha despertado ilusiones, ha alimentado mentes creativas renacentistas, la curiosidad por encontrar la luz y el arte en lo más cotidiano. Hemos sabido que ver y sentir es lo mismo y siempre, siempre, la salida es hacia dentro, aunque nos parezca el inframundo.
Fotografía de Ignacio Ferrando
Fotografía de Ignacio Ferrando
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