
Si alguna vez has cerrado los ojos para evocar el recuerdo de un rostro querido, un paisaje que te emocionó o la cara de una persona que acompañó tu infancia, es probable que hayas asumido que todo el mundo puede hacer lo mismo. Incluso en la vida cotidiana, usamos expresiones como “lo veo” cuando imaginamos, “imagina la escena” o “tengo la imagen grabada” como si describieran una experiencia universal. Sin embargo, en los últimos años, la ciencia y los testimonios personales han hecho visible algo que siempre estuvo ahí: no todas las personas piensan en imágenes.
Esta afirmación, que puede parecer sorprendente, abre un mundo de matices sobre cómo recordamos, proyectamos y damos sentido a nuestra existencia. Hoy sabemos que hay personas que nunca ven imágenes en su mente y otras que las experimentan con una claridad que roza la alucinación voluntaria. Entre estos dos extremos, se despliega un espectro de formas de imaginar que nos recuerda que la diversidad humana no solo está en el cuerpo o en la cultura, sino también en los modos más íntimos de la conciencia.
Hoy quiero que exploremos la afantasía, hiperfantasía, diferencias individuales, neurociencia, creatividad y la forma en que la fotografía —herramienta visual por excelencia— se convierte también en un puente entre quienes piensan con imágenes y quienes no.
Pensamos en imágenes
En ANDANA, donde utilizamos la fotografía como herramienta para el desarrollo personal, usamos la expresión “pensar en imágenes”. Esta idea nos ayuda a poner palabras a la potencia evocadora de lo visual: las fotografías despiertan recuerdos, nos conectan con emociones y nos permiten narrar nuestra historia. No obstante, es esencial reconocer que esta no es una vivencia idéntica para todos.
Hoy, una lectora del libro «Fotografía para conocerte. Origen«, me comentó: Quiero expresar mi consternación por el hecho de que la gente siga escribiendo que “pensamos en imágenes”. No todos lo hacemos. Yo no. No tengo imágenes en mi mente.
Cuando decimos “Pensamos en imágenes”, podemos estar refiriéndonos a fenómenos distintos:
- Evocar un recuerdo con nitidez, como si se proyectara una película en la mente.
Por ejemplo, recuerdas el cumpleaños de un ser querido y puedes ver claramente quién estaba allí, de qué color era el mantel, cómo era la tarta y hasta los globos decorando la sala.
- Tener una sensación difusa de forma y color, sin detalles definidos.
Recuerdas que estabas en un cumpleaños y tienes una impresión vaga de un ambiente alegre y colores suaves, pero no distingues rostros ni detalles concretos.
- Saber conceptualmente que algo tiene cierta forma o color, pero sin “verlo” internamente.
Sabes que fuiste a un cumpleaños, que había una tarta y gente celebrando, pero no aparece ninguna imagen en tu mente; simplemente tienes la idea de que sucedió.
Por tanto, incluso quienes utilizamos la expresión con frecuencia podemos estar hablando de experiencias muy diferentes. Este matiz es importante porque, cuando compartimos herramientas creativas o terapéuticas basadas en lo visual, es fundamental que abramos espacio a la diversidad, siendo inclusivos con todas las formas de representación mental.
Qué es la afantasía
La afantasía es una condición neurológica que se caracteriza por la incapacidad de generar imágenes mentales voluntarias. El término fue popularizado por el neurólogo británico Adam Zeman en 2015, a raíz del caso de un paciente que perdió la capacidad de visualizar mentalmente tras una intervención quirúrgica. Sin embargo, muchas personas han vivido con afantasía toda su vida sin saberlo, hasta que descubren que su experiencia no es la norma.
Alguien con afantasía puede entender perfectamente el concepto de “manzana roja” o “ojos azules”, pero no verá ninguna imagen mental. Algunas personas con afantasía describen sus recuerdos como listas de hechos, palabras o sensaciones emocionales.
Composición por Belbury, componentes de imagen originales por Mrr cartman, Caduser2003, Bernt Fransson, extraido de wikimedia.org
Se calcula que entre un 0,7 % de la población tiene afantasía congénita. Aunque en la mayoría de casos no produce ninguna discapacidad ni afecta el funcionamiento cotidiano, puede generar incomodidad cuando se asume que todo el mundo tiene la misma experiencia mental.
Qué es la hiperfantasía
En el extremo contrario está la hiperfantasía: una capacidad extraordinariamente vívida de crear imágenes internas. Quienes tienen hiperfantasía pueden ver, oír e incluso sentir mentalmente con un grado de realismo que a veces resulta casi abrumador. Sus imágenes mentales pueden ser tan detalladas que parecen mezclarse con la percepción real.
Se estima que la hiperfantasía afecta aproximadamente al 2,6 % de la población. Estas personas suelen recordar sueños con una intensidad casi cinematográfica y pueden encontrar en la visualización una herramienta muy poderosa para la creatividad o el aprendizaje.
Qué es imaginar
Durante mucho tiempo, la imaginación se consideró un fenómeno difuso y difícil de estudiar. Sin embargo, en las últimas décadas, la neurociencia ha permitido observar qué ocurre en el cerebro cuando imaginamos imágenes.
Los estudios de neuroimagen funcional muestran que al evocar imágenes visuales se activan regiones del lóbulo occipital, especialmente la corteza visual primaria (área V1), así como áreas asociadas al procesamiento espacial, la memoria y la atención. La activación de estas áreas no significa que “veamos” exactamente igual que cuando percibimos estímulos reales, pero sugiere que existe un solapamiento funcional entre percepción e imaginación.
Las personas con afantasía, sin embargo, no presentan esta activación o la muestran en un grado mucho menor. Este hallazgo confirma que la experiencia subjetiva de no visualizar tiene una correlación objetiva en la actividad cerebral.
Y qué pasa con la memoria si no pienso en imágenes
Sorprendentemente la afantasía no implica problemas de memoria. Las personas con afantasía pueden recordar hechos, fechas y detalles con precisión, aunque los describan de manera verbal o conceptual en lugar de visual.
Por ejemplo, si alguien con afantasía recuerda sus vacaciones, puede relatar con detalle dónde estuvo, qué hizo y con quién habló, pero no “verá” la playa ni los colores del mar. Esto no significa que su memoria sea peor: simplemente utiliza otros caminos.
Este hecho es un recordatorio poderoso de que la memoria humana no depende exclusivamente de la imagen mental. Recordar es un proceso complejo que combina imágenes, pero también palabras, emociones, sensaciones corporales y conocimiento simbólico.
Y qué pasa con la creatividad
Uno de los prejuicios más extendidos sobre la afantasía es que limita la creatividad. Sin embargo, la realidad demuestra que muchas personas con afantasía son artistas, escritores, diseñadores e investigadores brillantes.
Por ejemplo, Ed Catmull, uno de los fundadores de Pixar, ha declarado que tiene “una mente ciega”. A pesar de no visualizar mentalmente, ha sido una de las figuras más influyentes en la historia de la animación. Su caso ilustra que la creatividad no depende de un único canal cognitivo.
Las personas con afantasía a menudo desarrollan estrategias alternativas: pensamiento lógico, narrativo, conceptual o sensorial. Pueden planificar proyectos visuales apoyándose en referencias externas, bocetos o descripciones detalladas.
La investigación sobre afantasía e hiperfantasía ha crecido en los últimos años, en parte gracias a la divulgación y a los foros donde las personas comparten sus vivencias. Algunos testimonios destacan la sorpresa que supone descubrir que otras personas “ven” imágenes con total claridad. Otros describen la frustración que se produce cuando se asume que esta capacidad es universal.
Girl Reading – Edmund C. Tarbell 1909 – Fotografía, Extraido de mfa.org
Estos relatos coinciden en algo: la experiencia de la imaginación es radicalmente diversa. Dos personas pueden recordar la misma situación con la misma carga emocional, pero con representaciones internas completamente distintas. Una la verá como una película; la otra, como una secuencia de ideas sin forma visual.
Mensaje para aquellas personas que no piensan en imágenes
En ANDANA y en muchos proyectos que utilizan la fotografía como herramienta de autoconocimiento, partimos de la hipótesis de que la imagen puede ser un lenguaje compartido. Sin embargo, queremos también reconocer la diversidad de las experiencias internas.
Para quienes no piensan en imágenes, la fotografía no es un espejo de la mente, sino un punto de anclaje externo que les permite crear asociaciones, reflexionar y narrar desde otras perspectivas. La imagen se convierte en un recurso simbólico que acompaña la elaboración de significado, aunque no exista una visualización propia.
Esta idea nos recuerda que la fotografía no es solo es visual: también es un lenguaje que conecta la emoción, la memoria y la palabra. Por eso, en nuestras experiencias formativas siempre invitamos a crear imágenes, pero también a escribirlas, a sentirlas a hablarlas, para que cada participante experimente cómo prefiere trabajar.
El lenguaje que utilizamos importa. Decir “pensamos en imágenes” puede ayudar a muchas personas a comprender y compartir sus vivencias, pero también puede excluir a quienes no las tienen. Reconocer que no todos pensamos en imágenes es un acto de respeto y apertura. Nos ayuda a acompañar mejor a otras personas, a crear entornos de aprendizaje y desarrollo personal más inclusivos y a celebrar la riqueza de nuestras diferencias.
Ser conscientes de esta diversidad nos permite utilizar un lenguaje más abierto:
“La fotografía evoca recuerdos visuales o ideas y emociones.”
“Cada persona percibe e imagina de manera diferente.”
Porque, al final, la forma de evocar lo que somos no depende de cuán nítida sea la imagen, sino de cuán auténtica sea la experiencia.
Y tal vez, como en el mensaje recibido, se trata de recordarnos algo esencial: que la empatía comienza cuando dejamos de dar por sentada nuestra forma de percibir el mundo. Gracias por recordármelo.
Sigue investigando:
Artículo en el New York Times: Algunas personas no tienen imágenes mentales, pero otras las sufren en exceso.
Artículo en la BBC: Aphantasia: Ex-Pixar chief Ed Catmull says ‘my mind’s eye is blind.’
Esta es la página donde encontrarás mucha más información, incluido el VVIQ- Cuestionario de viveza de las imágenes visuales: Vividness of Visual Imagery Questionnaire.
Libro que ha inspirado este artículo: Fotografía para conocerte. Origen.
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ANDANAfoto. (junio 30, 2025). "Pensamos en imágenes, ¿o no?". ANDANAfoto.com. | https://andanafoto.com/pensamos-en-imagenes-o-no/.