MI KINTSUGI
Proyecto finalista en el II Certamen de Fotografía ANDANAfoto
«La cicatriz es el lugar
por donde entra la luz»
Rumi
Mi Kintsugi es un viaje creativo y terapéutico que va más allá del formato formal de la fotografía. Es un proyecto que representa un proceso, la rotura del cuerpo físico y emocional y la creación de una vía de escape para sobrellevar y transmutar procesos, un intento de sanar en el proceso aprendiendo a apreciarme tal y como soy: Rota y Nueva, Única, Irremplazable, Imperfecta y en permanente cambio.
Mi Kintsugi es reparar lo dañado con oro, para admirar la belleza de las cicatrices en vez de esconderlas, honrarlas en vez de ocultarlas poniendo de manifiesto su transformación. Porque son hermosas, porque al recomponerlas nos hacen más fuertes, cuentan nuestra historia representando un momento único en nuestra vida y haciéndonos más especiales.
Mi Kintsugi son autorretratos creados digitalmente a través de múltiples exposiciones y otros recursos digitales, y después intervenidos con pintura e hilo dorado. Surge por una doble inspiración: mi propia cicatriz (fui operada del corazón cuando tenía 2 años), y la técnica japonesa Kintsugi.
Mi Kintsugi es una necesidad de auto-expresión de la autora, una oda a la resiliencia.
El ‘kintsugi’ es una técnica centenaria de Japón que consiste en reparar las piezas de cerámica rotas uniéndolas con oro. La clave está en mostrar la belleza de esas grietas al recomponerse, en vez de esconderlas, porque las hace más únicas, más
especiales.
La depresión es una de las enfermedades mentales que afectan a más personas en el mundo y luchar contra ella es un proceso largo y doloroso. Existe muchísima información y lo escuchamos diariamente, pero realmente hasta que no estás dentro de ella, no entiendes lo vulnerables y frágiles que podemos ser los seres humanos, no solo física, sino también psíquicamente.
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