Steve McCurry
La fotografía tiene un aspecto meditativo.
Cuando estoy caminando veo fotos y me sintonizo con lo que ocurre.Steve McCurry
Muchas veces te habrás preguntado ¿Por qué mis fotos no reflejan mi mirada? ¿por qué la foto no es exactamente aquello que he visto? Sientes un desajuste entre la fotografía que pensabas que ibar a obtener y su resultado final. Una decepción que puede venir de la falta de conocimientos técnicos suficientes para obtener aquello que buscas, en ese caso solo tienes que aprender, seguir investigando y conocer aquello que necesitas a nivel técnico para desarrollar tu proyecto fotográfico.
Otras veces la decepción es otra, es algo interno, un pensamiento de que la imagen obtenida no es la que buscabas, un mensaje desde la emoción. Para esta segunda sensación te voy a proponer unas ideas.
Una buena fotografía, al igual que un buen proyecto o una gran idea, nace de la directa exploración de la realidad. La cámara es un filtro, una pantalla que se interpone entre el entorno y tú. Por eso, observar el mundo a través de una cámara puede alejarte de él.
Tu mirada real puede quedar adormecida por la visión a través del objetivo, convirtiéndola en una mirada filtrada. La mirada real siempre es más rica, llena de matices y sensaciones físicas.
Por eso, la mirada fotográfica, como cualquier otra capacidad también debe ejercitarse.
Aquí va mi propuesta:
1. Deja la cámara en casa. Tómate tu tiempo para observar el mundo sin filtros, para mirar, pero también para oler, escuchar y saborear.
2. Sal a la calle y se consciente de tu respiración y de tu cuerpo; analiza qué te provoca el entorno, observa a las personas que tienes delante, mira sus movimientos, sus gestos y su tono de voz, escucha, vive el momento presente y haz que tu mirada navegue y fluya. Mira atentamente.
3. Las grandes ideas no están a simple vista, es necesario explorar nuevos caminos para encontrarlas. Si te encuentras con cierta dificultad para entrenar tu mirada pasea, siéntate tranquilamente y hazte estas tres sencillas preguntas:
¿Qué está pasando?
¿Qué veo aquí que me hace sentir esto?
¿Qué más puedo encontrar en este momento?
Tomar conciencia del presente es clave en fotografía. Después de esta experiencia, cuando vuelvas a coger tu cámara, cada vez será más fácil mirar, escuchar, sentir e intuir todo aquello que quieres que aparezca en tu foto.
Diane Arbus. 1963
Por ejemplo, Diane Arbus, sentía atracción y miedo ante la gente poco ordinaria: personas con diversidad, enanos, nudistas o prostitutas fueron sus temas favoritos. Se acercó a ellos hasta que sus fotografías fueron directas, miraban de frente al sujeto, sin miedo, consiguiendo transmitir su inquietud al espectador.
Con el retrato iluminaba sus sombras, consiguiendo remover por dentro al espectador, situándolo frente a su mirada real, sin máscaras. Justo lo que ella sentía.
Steve McCurry vivió un tiempo en la India. Su trabajo muestra una mirada limpia.
Aprendí el arte de esperar y ver la vida. Si esperamos, la gente se olvida de que tienes una cámara y el alma se desplaza hasta encontrar la mirada.
Steve McCurry
Así que ya sabes. Deja tu cámara en casa. Ten el valor de explorar y descubrir tu mirada completa, real, de esa manera, podrás incorporar tu voz y sentimiento a cada una de tus imágenes. Deshazte temporalmente de la técnica fotográfica y elimina el filtro. Tienes la oportunidad de descubrir aquello que te hace vibrar y desarrollar tu identidad fotográfica. Me encantará saber si lo has hecho.
En los ojos es donde más se pintan las imágenes de nuestras secretas agitaciones, y en donde mejor se pueden reconocer: la vista pertenece al alma más que ningún otro órgano; parece como si la tocara y participase en todos sus movimientos. (…) la mirada recibe y refleja al mismo tiempo la luz del pensamiento y el calor del sentimiento: es el sentido del espíritu y la lengua de la inteligencia.
Georges Louis Leclerc, conde de Buffon. 1788